555 cafés después (antes… 55)
Después de quinientos cincuenta y cincos cafés no querría saludar a nadie.
Están ante un texto moderno por tanto, incluso nervioso. Seguro Improvisado. Eso siempre gusta: sonando catalán, queriendo aprender euskera y bebiendo irlandés…
Solo hay 3 tipos de chinos: los de gominola, los de rollito y los de «devedé». Los 3 te solucionan la vida de igual forma: rápida, absurda y eficazmente.
Tengo mucho más en mi libreta sobre los 55 días sin carnet de conducir. No obstante esta circunstancia me hizo aquella noche del 5 del 5 del 11 llegar bastante tarde y agotado a casa. El despertar más duro de la semana y la recompensa de poder darle los buenos días a este nada concurrido día junto a mi propio y exclusivo superhéroe: mi padre.
Después de 555 cafés, dos seres humanos siempre se mirarán de forma diferente. Más si cabe cuando el café está caliente.
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